Desde este 28 de noviembre, Chile cuenta con una nueva Ley de Seguridad Privada (N°21.659), un marco moderno que fortalece la coordinación con la seguridad pública, profesionaliza la formación de guardias y vigilantes, y mejora las medidas de protección para quienes realizan estas labores.
La Subsecretaría de Prevención del Delito asume un rol clave como regulador y fiscalizador, incorporando una clasificación de riesgo —bajo, medio y alto— que define nuevas exigencias y planes de seguridad para empresas y actividades según su nivel.
Un paso importante para un sistema más claro, seguro y eficiente 
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